Truculenta historia de los moomins. Parte 3.

Nota del autor: ¡Chinguen a su madre! ¡Ya no soy administrador!

Moomin conservo sus pantalones, pero no su dignidad ya que despues de la zurra que le metio su padre los lleno de orina. Aun asi no le quedaba mas que irse a buscar otro hogar donde respetaran su alto sentido moral. Pero le dio hueva, asi que se fue a la casa del canguro, que era todo menos una persona respetuosa o moral, pero al menos a el le podia mangar su casa.

Rapidamente Moomin tomo posesion de la casa noqueando a su propietario por la espalda, amarrando como a un perro y quemando su coleccion de pornografia frente a sus ojos. De vez en cuando le daba de comer cuando se sentia ligeramente menos culero que de costumbre.

Moomin rapidamente se harto de esa vida vacia y solitaria asi que decidio irse de la casa del canguro sin antes prenderle fuego. No le quito la correa al canguro antes de esto. "La casa ardera completamente en llamas en 10 minutos, y tardaras 20 en intentar desesperadamente liberarte con esta sierra que te voy a dar". Con estas palabras se despidio de su querido amigo y se fue.

Ya no quedaba nada para el en la villa, de hecho nunca hubo mucho en ese pueblo jodido, asi que decidio irse a San Francisco. Continuara...