Capítulo III Carretera al Infierno

Mientras caminaba por la carretera de una manera muy cuidadosa, notaba que en la orilla se podía ver una pared rocosa y se fue acercándose a dicha pared para estar más seguro, entonces por mera curiosidad decidió acercarse al lado contario de la pared y fue lentamente hasta que vio una pequeña barda que denotaba el límite de la carretera y al acercarse noto que detrás de la pequeña barda había un barranco al cual no se le veía el fondo, retrocedio hacia la pared y continuo avanzando.

Mientras avanzaba ciegamente por aquel camino misterioso logro notar algo que llamo su atención, era un pequeño letrero a la otra orilla del camino, se acerco para notar lo que decía. “Bienvenido a Silent Hill” eso rezaba en aquel letrero, más calmado por saber que había un pueblo cerca Adolfo apresuro el paso, pero algo le desconcertaba, tal vez el hecho de que recordaba ese nombre, aun así sabía que en el pueblo habría una línea telefónica donde poder informarle a sus supervisores que algo había sucedido en el metro. Mientras avanzaba empezaba a notar que algunas casas se aparecían como fantasmas en la neblina, acelero el paso cuando empezó a ver como en su limitado horizonte se aparecía una pequeños puestos improvisados como los que solía ver cuando trabajaba en el tianguis hacía unos años y pensó que ahí le podrían ayudar así que se acerco al tianguis . . .

Continuara. . . .